
Comprar y leer al menos un libro por mes, esa es una de mis leyes de vida. Hay una librería en una de las entradas de la estación del metro de Chacaito que siempre me facilita cumplir, todo está de manera maravillosa y casi eterna a mitad de precio. Nunca es fácil conseguir lo último o lo que se quiere pero una vez hace ya casi tres meses una ciudad me miraba desde lo bajo de un estante. Me agaché incomodamente y casi automáticamente me dirigí hacia la caja registradora, estaba segura que tenía un buen libro en las manos. No estaba lejos de lo cierto. Terminé de leer Estambul_Ciudad y Recuerdos del escritor turco (y Premio Nobel) Orhan Pamuk, hace una semana. Inconsientemente quería que acompañara esta investigación, que me mostrara como se cuenta una ciudad. Cada uno de nosotros tiene una ciudad propia. Orhan Pamuk muestra Estambul siendo parte de sí mismo, su personalidad amarga y su cuerpo lleno de misterios. Siempre entenderá lo múltiple, desconocida y siempre histórica que es una ciudad, especialmente esa Estambul que ya tanta gente hojeo antes. Pamuk reconoce todo esto pero aún nos muestra algo que nadie más conoce, su propia Estambul, la que está entre occidental y oriental, la que no sabe qué quiere si ser narrada bajo un pincel o por palabras y la que finalmente termina plasmada aquí, junto con un buen trecho de la vida del autor. Y es que ha sido un buen matrimonio.
Como spoiler, sin poderme resistir, les dejo las primeras líneas del capítulo 34.
LA INFELICIDAD ES ODIAR LA CIUDAD
Y ODIARSE A UNO MISMO
A veces la ciudad se convierte en un lugar completamente distinto. Los colores de las calles que a uno le hacen sentirse en casa desaparecen de repente, súitamente comprendo que las misma multitudes que tan misteriosas me parecen cada vez que las veo, en realidad, llevan siglos errando son rumbo por las aceras. Todos los parques se transforman en un momento en eriales fangosos e insípidos, las plazas cubiertas de postes eléctricos y páneles publicitarios en fríos espacios de cementeo y la ciudad en un lugar completamente vacío como mi alma.
Pamuk, Orhan. Estambul. Ciudad y Recuerdos. Editorial Mondadori, Barcelona (2006). P.363
Les debo decir, además, para aquellos arquitectos, artistas o fotográfos, o cualquiera de mente gráfica que la lectura siempre está acompañada de fotografías de archivo escogidas (y algunas tomadas) por el autor.