A veces, no es tan contraproducente abrir un libro y ver sólo los dibujitos. Eso creo. Y menos se debe dejar a la culpabilidad apoderarse de nosotros si somos artistas o arquitectos (o pequeños engendros como yo...).
Dejarnos llevar por la primera impresión sensorial de alguna manera es hacerle justicia a nuestro trabajo. Aunque no pienso que abandonemos en ese camino a toda la disciplina que llevamos a cuestas.
En fin, todo esto lo re-pienso porque esta fue mi primera impresión con este artículo de Domus. Se llama traduciéndolo del italiano, En búsqueda de un mundo sin límites y es básicamente un reportaje de Riccarda Mandrini sobre el nuevo arte tailandés que participa en la Bienal de Arte en Venezia. Y más allá de que yo me ponga en este espacio virtual a reflexionar sobre la disciplina artística tailandesa, de la cual acabo de aprender cosas sumamene interesantes aunque sigo sin saber nada, lo que pretendo es que se dejen llevar por el poder de las imágenes de estos señores y señoras artistas tailandeses.
Les dejo una en este instante:
Así seguir pensando como a veces, nosotros mismos somos extranjeros a nuestro propio arte, a nuestro propia recreación del mundo.
O
En como se pueden romper los límites de estos espacios transparentes llamados museos. Y sacar provecho.
O, sencillamente,
en algo que yo pienso todos los días que es cómo se puede lograr educar a tanta gente (pensando sólo en mi país, Venezuela) sobre como de verdad ser seres humanos, ser personas.
O,
de lo que también hablo todos los días, en como una simple reproducción de una gran obra de arte (en este caso) puede llegar a hacer esa conexión del tiempo (seguramente infinito en estas zonas rurales) con el espacio que se recorre todos los días.
Demasiadas opciones con una sola imagen.
Revisen el artículo en: http://www.domusweb.it/it/art/in-cerca-di-un-mondo-senza-confini/
Imagen: Renoir's ball at the moulin de la Galette and Thai villagers. Araya Rasdjarmrearnsook, tomada del blog desconocido pero de apariencia interesante Mucho por Recorrer.
Dejarnos llevar por la primera impresión sensorial de alguna manera es hacerle justicia a nuestro trabajo. Aunque no pienso que abandonemos en ese camino a toda la disciplina que llevamos a cuestas.
En fin, todo esto lo re-pienso porque esta fue mi primera impresión con este artículo de Domus. Se llama traduciéndolo del italiano, En búsqueda de un mundo sin límites y es básicamente un reportaje de Riccarda Mandrini sobre el nuevo arte tailandés que participa en la Bienal de Arte en Venezia. Y más allá de que yo me ponga en este espacio virtual a reflexionar sobre la disciplina artística tailandesa, de la cual acabo de aprender cosas sumamene interesantes aunque sigo sin saber nada, lo que pretendo es que se dejen llevar por el poder de las imágenes de estos señores y señoras artistas tailandeses.
Les dejo una en este instante:
Así seguir pensando como a veces, nosotros mismos somos extranjeros a nuestro propio arte, a nuestro propia recreación del mundo.
O
En como se pueden romper los límites de estos espacios transparentes llamados museos. Y sacar provecho.
O, sencillamente,
en algo que yo pienso todos los días que es cómo se puede lograr educar a tanta gente (pensando sólo en mi país, Venezuela) sobre como de verdad ser seres humanos, ser personas.
O,
de lo que también hablo todos los días, en como una simple reproducción de una gran obra de arte (en este caso) puede llegar a hacer esa conexión del tiempo (seguramente infinito en estas zonas rurales) con el espacio que se recorre todos los días.
Demasiadas opciones con una sola imagen.
Revisen el artículo en: http://www.domusweb.it/it/art/in-cerca-di-un-mondo-senza-confini/
Imagen: Renoir's ball at the moulin de la Galette and Thai villagers. Araya Rasdjarmrearnsook, tomada del blog desconocido pero de apariencia interesante Mucho por Recorrer.
