lunes, 8 de agosto de 2016

sábado, 6 de agosto de 2016

martes, 17 de mayo de 2016

LA PICURIZACIÓN DEL VENEZOLANO #AquilesNazoa

 Es una costumbre muy venezolana el que a las personas que no son simpáticas le pongamos nombres que, en vez de encumbrarlas, a animalizarlas. Viejo, mozo o niño, caballero o dama, basta que un sujeto en gracia nos caiga para que en seguida pongámosle un alias: un curioso nombre que, según su facha, será el de una fiera o el de una alimaña o el de alguna bestia de leche o de carga. Y lo más curioso, la cosa más rara, es que los llevan sobre si esas chapas -tal vez porque entienden que cariño entrañan- en vez de ofenderse las encuentran gratas. (...)


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viernes, 28 de febrero de 2014

Lecturas de la Memoria Pt.1

Tengo un tiempo pensando en esta entrada. He estado días pensando en mi propia protesta, una no sé si pacífica. Lo único que sé es que es a mi manera, después de casi dos años de silencio en este blog. Porque no, CCS sin programa no se silencia ante estas semanas de represión y censura, más bien las ideas que bullen detrás de esta pantalla, han llegado a un punto donde debo escribirlas. Depurarlas, por lo menos algunas. Ahora o nunca, antes de que sepan a periódico de ayer. 


A finales del año pasado, cayó en mi camino un libro que tenía años queriendo leer: Falke, y cuando lo comencé a leer era como conocer una nueva Venezuela, una nueva dimensión que no conocía. Por supuesto que Federico Vegas no escribió sólo historia en esta novela, pero diablos, era para mí un nuevo pasado. Luego de ese, como imanes vinieron dos libros de Miguel Otero Silva, Fiebre y La Muerte de Honorio. Ahora que lo veo en retrospectiva, parece que providencialmente me hubiera leído la ficción necesaria para afrontar estos hechos reales. Simplemente no podía concebir que a pesar de lo mucho que estudiamos historia, muchas cosas queden aún sin saberse. Y que fuera tan penoso leerlo, pero también tan increíblemente emocionante. 

Por eso, es significativo preguntarse lo que muchos se han preguntado desde hace poco. ¿Es que no recordamos? Nosotros, digo mi generación y todas las que no sólo no pueden recordar sino que no conocen otra historia, somos casi simples víctimas de todo un sistema que ha fallado. Como dice Steiner, cada nueva época histórica se refleja en el cuadro y en la mitología activa de su pasado. Cada era verifica su sentido de identidad de regresión o de nueva realización teniendo como telón de fondo ese pasado.

Nuestros fracasos de representación e identidad vienen porque no hemos tenido la continuidad de esta transmisión. Me estoy metiendo en aguas profundas con esto y lo sé. Mucho podrían escribirlo mejor que yo pero debo hacer esta denuncia. Hemos transmitido humo por años, si de verdad darnos cuenta que el decir, éramos felices y no lo sabíamos no es un aprendizaje para la generación siguiente. Sino que debemos construir con lo malo y con lo bueno, con el victimario y con la víctima, con el protagonista y los anónimos. Una construcción que nos pueda unificar dentro de nuestra individualidad.

Podríamos incluso volvernos todos ávidos coleccionistas, sólo algunos lo haremos por gajes del oficio o caracteres de la personalidad. Pero hay que ser sinceros, es decirlo todo y que cada quién luego se encargue de su historiografía. Ahora, es un momento donde casi no podemos negarnos a esta transmisión, las herramientas para conservar y archivar un presente que se muere están al final de nuestros dedos. Ahora somos, sin ánimos de heroísmo, los encargados de presentar este presente a los que vienen, porque vendrán y tendrán las mismas necesidades de saber en dónde están parados y saber a qué se enfrentan. Sólo luego de que reparemos esta cadena podremos olvidar para vivir, como decía Nietzsche.




Espero poder seguir la numeración que me propuse. Yo misma tengo problemas con la continuidad. 



imagen: www.facebook.com/blackoutvenezuela/













martes, 7 de febrero de 2012

una a siete





Sólo una foto. Pero ésta es para todos aquellos que les emociona tanto como amí lograr tener por algún momento una mirada extraña, irreal y casi inhumana de la ciudad, desde un ángulo donde lo que se ve es poder y caos.Tal vez, todo muy poético para esta humilde azotea, donde todo se esconde y se muestra al mismo tiempo, a siete metros sobre el suelo.
 
Unidad Comercial La Florida - CCS



lunes, 23 de enero de 2012

Estambul _ Orhan Pamuk


 Comprar y leer al menos un libro por mes, esa es una de mis leyes de vida. Hay una librería en una de las entradas de la estación del metro de Chacaito que siempre me facilita cumplir, todo está de manera maravillosa y casi eterna a mitad de precio. Nunca es fácil conseguir lo último o lo que se quiere pero una vez hace ya casi tres meses una ciudad me miraba desde lo bajo de un estante. Me agaché incomodamente y casi automáticamente me dirigí hacia la caja registradora, estaba segura que tenía un buen libro en las manos.  No estaba lejos de lo cierto. Terminé de leer Estambul_Ciudad y Recuerdos del escritor turco (y Premio Nobel) Orhan Pamuk, hace una semana. Inconsientemente quería que acompañara esta investigación, que me mostrara como se cuenta una ciudad. Cada uno de nosotros tiene una ciudad propia. Orhan Pamuk muestra Estambul siendo parte de sí mismo, su personalidad amarga y su cuerpo lleno de misterios. Siempre entenderá lo múltiple, desconocida y siempre histórica que es una ciudad, especialmente esa Estambul que ya tanta gente hojeo antes. Pamuk reconoce todo esto pero aún nos muestra algo que nadie más conoce, su propia Estambul, la que está entre occidental y oriental, la que no sabe qué quiere si ser narrada bajo un pincel o por palabras y la que finalmente termina plasmada aquí, junto con un buen trecho de la vida del autor. Y es que ha sido un buen matrimonio.


Como spoiler, sin poderme resistir, les dejo las primeras líneas del capítulo 34.

LA INFELICIDAD ES ODIAR LA CIUDAD 
Y ODIARSE A UNO MISMO

A veces la ciudad se convierte en un lugar completamente distinto. Los colores de las calles que a uno le hacen sentirse en casa desaparecen de repente, súitamente comprendo que las misma multitudes que tan misteriosas me parecen cada vez que las veo, en realidad, llevan siglos errando son rumbo por las aceras. Todos los parques se transforman en un momento en eriales fangosos e insípidos, las plazas cubiertas de postes eléctricos y páneles publicitarios en fríos espacios de cementeo y la ciudad en un lugar completamente vacío como mi alma.
 
 Pamuk, Orhan. Estambul. Ciudad y Recuerdos. Editorial Mondadori, Barcelona (2006). P.363




Les debo decir, además, para aquellos arquitectos, artistas o fotográfos, o cualquiera de mente gráfica que la lectura siempre está acompañada de fotografías de archivo escogidas (y algunas tomadas) por el autor.

Año Nuevo_Misma Tesis pero sí, Vida Nueva

Aquí nos despertamos tarde. Y en la honda religiosa comercial de La Florida (Caracas), celebramos todas las religiones, costumbres y casualidades de la ciudad. Así que comenzamos con las pilas recargadas (de tanto sueño dicembrino) y ponemos nuestros computadores a graficar.
Como regalo de prosperidad, les dejo unas fotos crudas de lo maravillosa que es Caracas, como toda ciudad, cambiante, receptiva, compleja y simultánea. Los preparativos para la celebración del Año Nuevo de la Comunidad China en el Club Social Chino de El Bosque, Caracas.